Es real, pero a la vez es de película. ¿Ocurrirá en otros países?¿Sólo pasa en la Argentina? Hace horas llegaron al país más de 10 barrabravas que fueron deportados y le impidieron el ingreso a Sudáfrica para ver el Mundial de fútbol. Al mismo tiempo, se embarcaban otros 70 barras del fútbol del ascenso que ya deben estar cómodamente a 10 mil metros de altura rumbo al continente africano. Otros barras, allá, tienen el acceso prohibido los días que juega Argentina a menos de 1 kilómetro del estadio. En definitiva, se produjo un enorme movimiento de delincuentes que insólitamente pagaron miles de pesos para presenciar el mayor evento deportivo del mundo.Mientras, en Argentina, todos se asombran de la facilidad con que determinados individuos con causas en la Justicia han logrado abandonar el país. Uno, incluso, acusado de asesinato. Entonces, ¿queda claro el increíble e inentendible escudo de protección que ejerce el aparato político y judicial para permitir esto?
Los barrabravas fueron creados como fuerza de choque por los cuadros políticos. Con el tiempo, la ayuda policial y los negocios oscuros, lograron tomar vida propia. Hoy, a nadie les interesa enfrentarlos.
